jueves, 28 de octubre de 2010

¿Por qué no me sentís? ¿Por qué no puedo sostener tu mano? Nunca dijiste que me dejarías, y sé que estás en algún lugar... Me levantaste cada vez que estuve mal, mi llanto paró cuando estabas alrededor... pero... ¿Por qué no me a m á s? Estuviste mucho conmigo, ahora me decís la verdad. ¿Estaba allí en tu corazón también? Todo lo que dejé es un sueño tuyo y mío... Llenaste mi alma con tu belleza y esperanza, somos diferentes aunque éramos iguales que el agua y la arena. Te mantuviste cerca cuando caí y ahora destruiste toda mi esperanza. Hubieras podido decir adiós...

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